Los expertos recomiendan consumir ente 2 y 2,5 litros de agua al día. Es conveniente hacerlo aproximadamente cada 45 minutos para mantenernos hidratados y que nuestro cerebro opere al 100%.
El agua y el funcionamiento cerebral están muy relacionados. Solemos ingerir agua pensando en nuestros riñones, hígado o corazón olvidando que el órgano de nuestro cuerpo que más necesita energía es el cerebro. De hecho, el cerebro está compuesto por un 75% de agua y por tanto es su soporte básico.
Hoy queremos explicarte los efectos que genera algo tan simple como beber agua en tu cerebro.
- Tu cerebro funcionará más rápido
Nuestro cerebro depende de la correcta hidratación para funcionar de forma eficiente. Las células de este órgano requieren de un delicado y preciso equilibrio entre el agua y diversos elementos para rendir como debe. Así, deberíamos tomar conciencia de que nada más levantarnos es necesario beber un vaso de agua. Si bebemos este vaso de agua y además lo acompañamos con varias piezas de fruta potenciará al máximo el rendimiento de tu cerebro.
- Mejorarás tu concentración
Nuestro cerebro es el primer en notar deshidratación y como consecuencia, la atención baja, la memoria pierde agilidad, perdemos la concentración rápidamente y no reaccionamos tan rápido ante los estímulos del exterior. Cada 45 minutos nuestra atención decae por lo que es recomendable tomar un sorbo de agua.
- Te ayuda a equilibrar el estado de ánimo y las emociones.
Desde siempre sabemos que pasar horas frente al mar, escuchar las olas rompiendo en las rocas, sentir su fuerza y aspirar su inmensidad salina relaja.
No solo el efecto visual del agua tiene consecuencias sobre nuestras emociones, beberla también regula nuestro estado emocional. Mejora la temperatura cerebral, elimina toxinas y células muertas y equilibra nuestros procesos químicos. De esta forma, realiza una especie de “reinicio mental”.
Ahora bien, no se trata de un proceso inmediato, debemos mantener una correcta hidratación de forma regular para que, de ese modo, nuestras células estén activadas y regulen de forma correcta situaciones estrés, o la ansiedad.
- Beber agua te ayudará a dormir mejor
Establecer como hábito beber por lo menos un vaso de agua antes de acostarnos, nos favorecerá un descanso más reparador ya que la ingesta de agua aparte de oxigenar e hidratar, ayuda a mejorar la circulación de la sangre hacia el cerebro
- Tu memoria mejorará
No podemos olvidar que por muy leve que sea nuestra deshidratación, al instante se produce un desequilibrio homeostático. Lo que da como resultado una bajada de la agilidad en nuestras capacidades cognitivas por lo que nos cuesta más memorizar cosas, procesar la información, sacar conclusiones, mantener un recuerdo a largo plazo…
Así pues, tenlo muy en cuenta: pon una botella de agua en tu bolso y ve bebiendo a lo largo del día.
